lunes, 12 de octubre de 2009

El Mohan


Nuestro país es rico en mitos y leyendas, el tiple no es ajeno a pertecer a ellas:



El Mohán a veces aparece como un hombre gigantesco con barba y cabellera abundantes, ojos rojizos de intenso brillo como brazas encendidas, boca grande, dientes de oro, tez quemada de indio viejo, y en general un aspecto muy demoníaco.
Aparece bastante juguetón, enamorado, muy obsequioso y serenatero. Persigue a las muchachas lavanderas; por el río Magdalena, dicen los campesinos que lo han visto bajar en balsa, tocando guitarra o flauta, con gran susto.
Se le juzga el creador de la música de torbellino, bambuco, pasillo, múcura, etc., y se le ve y se le oye tocar el tiple, el requinto, las maracas, al estilo antiguo. Su canto no es conocido, no se le atribuyen ‘coplas’, ni se le reconoce un lenguaje poético.
Los campesinos creen que el Mohán es antropófago, pues le gusta la sangre de los niños de pecho, a quienes después de sacársela, se los come asados en hogueras de hojarasca. Le gustan las mujeres bellas y jóvenes, principalmente las muchachas casaderas, a quienes persigue para llevarlas a los ríos.
Alrededor de los charcos y en los peñascos donde vive, gusta custodiar sus tesoros en oro, piedras preciosas, alhajas, brazaletes, narigueras y numerosas joyas. Algunos dicen que tiene un palacio subterráneo con muchos tesoros, oro y piedras preciosas. El Mohán es travieso, andariego, embaucador, brujo y libertino.

No hay comentarios:

Publicar un comentario